Desde Italia, uno de los grandes guardametas de la historia, Gianluigi Buffon, también comparte su experiencia personal con Messi, y cómo el factor psicológico puede desempeñar un papel crucial a la hora de medirse a un rival como el argentino. Al jugarse en un estadio neutral, el factor cancha pierde valor. El reto que tienen por delante Rudi García y los suyos para estar en Lisboa no es sencillo: conservar su ventaja de un gol en un estadio en el que la Juventus solo ha sufrido una derrota en toda la temporada, que se produjo en la última jornada de la Serie ante la Roma sin nada ya en juego para el equipo de Sarri. También en tres ocasiones se ha puesto la camiseta rosa: en Getafe, en Mendizorroza frente al Alavés y en Turín ante el Juventus. El equipo alemán deberá afrontar su partido de cuartos ante el Atlético sin la que hasta ahora era su principal estrella. El argentino marcó el primero de los azulgranas y cerró el marcador con un tanto en la última jugada del partido tras culminar con un disparo ajustado un gran contragolpe (2-3). De aquel tanto ha pasado a la posteridad la celebración, cuando el argentino se sacó la camiseta y mostró su dorsal número 10 a la afición madridista.

Los blancos necesitaban marcar al menos un gol para clasificarse y en el minuto 67 dominaban el marcador por 0-3 con dos tantos del astro de Madeira. La última fue en la ida de la Supercopa de España, en la temporada pasada, que ganaron los blancos, cuando marcó un gol y fue expulsado por empujar al árbitro. Tras aquella decepción, la temporada siguiente, la 2011/12, el Madrid de Ronaldo encadenó cuatro partidos sin batir al Barça en los que perdieron la Supercopa de España y fueron apeados de los cuartos de final de la Copa del Rey. La vuelta se la perdió por sanción y junto a la final de Copa de 2014 han sido los dos únicos Clásicos sin la presencia de Ronaldo. El manchego se había entrenado hasta el momento en solitario haciendo trabajo específico de recuperación tras las molestias sufridas en la final de la Copa del Rey contra el Athletic, cuando solicitó el cambio por precaución debido a una sobrecarga.

En su caso se despidió el 6 de junio del 2015. Como Kubala, en una final de la Copa de Europa pero en su caso con victoria: 3-1 al Juventus en Berlín. Aunque en un principio se especulaba con que como mínimo tendría que estar tres semanas de baja y sólo llegaría a una hipotética semifinal, parece que el joven delantero francés está dispuesto a forzar para estar contra el Atalanta. La inscripción, que es una práctica habitual cuando el equipo disputa la final de una competición oficial, aparecerá nuevamente en el pecho de la camiseta durante el choque contra la Juventus de Turín. El mediocre tramo final de liga y las dudas que hay respecto a la capacidad de Quique Setién para dirigir un grande como el Barça hacen que no las tengan todas consigo para poder estar en la fase final. Era la jornada 35 de Liga y el Real Madrid llegaba al Camp Nou como líder con cuatro puntos de ventaja sobre el Barça. De momento, cumple los planes previstos y ya ha entrenado con normalidad, como se espera que lo haga este viernes en el Olympiastadion berlinés a las 19.45 horas. El equipo blaugrana se desplazará a la capital alemana este viernes por la mañana.

En la sesión de este jueves, en la Ciutat Esportiva Joan Gamper, participaron además de Iniesta todos los jugadores del primer equipo además del propio Munir El Haddadi. Así, salvo contratiempo de última hora, Iniesta estará disponible para el técnico de cara a la final. Luis Enrique Martínez ha convocado a toda la primera plantilla y a tres jugadores del filial para la final, incluido un Andrés Iniesta que ha entrenado este jueves con normalidad con el resto de sus compañeros. Yo esperaba porque sabía que podía llegar la llamada del Juventus. Números que ya son historia del clásico y que en el Madrid nadie, de momento, parece capaz de igualar. Se quedarán siempre en mi historia. La Juventus hizo historia el martes al fichar a Ronaldo a cambio de 112 millones de euros procedente del Real Madrid y al ofrecer al portugués un contrato de cuatro años, según los datos oficiales difundidos por el club en un comunicado. Si bien los grandes atletas de la historia se han caracterizado por su capacidad para hacer mejores a los compañeros, son muy pocos los que serán recordados, además, por todo lo contrario: convertir sus méritos en una afrenta que, tras la frustración inicial, empuja a sus rivales a entrenar más fuerte, a analizar las habilidades y recursos que convierten a su oponente en el mejor del mundo en su especialidad.

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